El pasado 9 de marzo pudimos asistir al preestreno de "Kong: La isla calavera" de Jordan Vogt-Roberts. Enmarcado en la celebración del 50 aniversario del Festival de Sitges, el emblemático rey de los simios vuelve a las pantallas de la mano de Warner Bros que, conjuntamente con el Festival, organizaron el evento en los Cines Phenomena en Barcelona. En una gala que aparentemente se prevé será una de las más importantes de los últimos tiempos con algunos de los grandes de la gran pantalla, Ángel Sala, director del Festival, presentó la proyección, haciendo grandes guiños a la preparación del festival, que este año será del 5 al 15 de Octubre.
Parece que Hollywood cada día se encuentra más escaso de nuevas ideas. Recuperar un símbolo como King Kong y dotarle de un amplio abanico de efectos especiales, puede resultar provechoso en taquilla pero obliga a una mayor exigencia por parte del espectador. El tremendo simio no va a sorprendernos en su enésima versión por lo que carburar un guión de garantías se hace aún más necesario en esta película.
Lamentablemente dicho libreto no colma nuestras expectativas. Y, francamente, habíamos volcado nuestras esperanzas en Dan Gilroy, uno de los guionistas, que tras maravillarnos con "Nightcrawler" pensábamos que su aportación daría mayor sentido a este film. No ha sido así. Tan sólo la escena post-créditos nos ha encandilado porque el resto no es más que un continuo pase de modelos en forma de bichos a cual más desagradable.
Por momentos nos da la sensación de estar viviendo una extraña mezcla entre "Depredador" y "El libro de la selva" que no desarrolla ninguno de los personajes para centrarse en los rugidos del simio y en la fantástica labor de fotografía.
Es triste contar con actores de la talla de Tom Hiddleston, Brie Larson ó John Goodman y descubrir que su trabajo se ha limitado a correr y poner cara de sorpresa. El mayor defecto de "Kong: La isla calavera" es el nulo desarrollo de personajes, No sabemos quiénes son, sus motivaciones, sus caracteres, su manera de interrelacionarse... No sabemos nada. Sólo que han llegado a una jungla que domina King Kong y cuyo loable objetivo es conocer la forma en que pueden salir de allí tan rápido como llegaron.
Sabemos que el atractivo fundamental de este tipo de películas es sorprendernos con enormes escenas de acción, alucinantes enemigos y ritmo trepidante. Muchos habréis oído la expresión "en el cine vemos películas con muchos efectos especiales que impresiona más y los dramas ya los puedo ver en casa". Pues, no sé, quizá el cine sea un espacio más alucinante para ver un buen drama que una mediocre historia de efectos especiales. Y la siguiente parada será... Godzilla.
Gracias a nuestros amigos de Sensacine también pudimos asistir a la presentación de la película en los cines Dreams de Madrid.
Parece que Hollywood cada día se encuentra más escaso de nuevas ideas. Recuperar un símbolo como King Kong y dotarle de un amplio abanico de efectos especiales, puede resultar provechoso en taquilla pero obliga a una mayor exigencia por parte del espectador. El tremendo simio no va a sorprendernos en su enésima versión por lo que carburar un guión de garantías se hace aún más necesario en esta película.
Lamentablemente dicho libreto no colma nuestras expectativas. Y, francamente, habíamos volcado nuestras esperanzas en Dan Gilroy, uno de los guionistas, que tras maravillarnos con "Nightcrawler" pensábamos que su aportación daría mayor sentido a este film. No ha sido así. Tan sólo la escena post-créditos nos ha encandilado porque el resto no es más que un continuo pase de modelos en forma de bichos a cual más desagradable.
Por momentos nos da la sensación de estar viviendo una extraña mezcla entre "Depredador" y "El libro de la selva" que no desarrolla ninguno de los personajes para centrarse en los rugidos del simio y en la fantástica labor de fotografía.
Es triste contar con actores de la talla de Tom Hiddleston, Brie Larson ó John Goodman y descubrir que su trabajo se ha limitado a correr y poner cara de sorpresa. El mayor defecto de "Kong: La isla calavera" es el nulo desarrollo de personajes, No sabemos quiénes son, sus motivaciones, sus caracteres, su manera de interrelacionarse... No sabemos nada. Sólo que han llegado a una jungla que domina King Kong y cuyo loable objetivo es conocer la forma en que pueden salir de allí tan rápido como llegaron.
Sabemos que el atractivo fundamental de este tipo de películas es sorprendernos con enormes escenas de acción, alucinantes enemigos y ritmo trepidante. Muchos habréis oído la expresión "en el cine vemos películas con muchos efectos especiales que impresiona más y los dramas ya los puedo ver en casa". Pues, no sé, quizá el cine sea un espacio más alucinante para ver un buen drama que una mediocre historia de efectos especiales. Y la siguiente parada será... Godzilla.
Gracias a nuestros amigos de Sensacine también pudimos asistir a la presentación de la película en los cines Dreams de Madrid.
José Daniel Díaz y David Sanmartí
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