martes, 12 de noviembre de 2019

La maravillosa "Martin Eden" de Pietro Marcello triunfa en el Festival de Sevilla

Esta jornada del Festival de Sevilla ha destacado por la presentación de "Martin Eden" de Pietro Marcello, la adaptación de la novela (autobiográfica) de Jack London, Una gran obra, épica, ambientada en Nápoles en una época sin especificar durante varias décadas del siglo XX. Merecida Copa Volpi en Venecia para su protagonista Luca Marinelli, cautivador, que llena la pantalla con su mirada de tristeza y abatimiento.


También se han presentado en Sección Oficial pero con peor suerte las películas "La Gomera" de Cornelio Porumboiu y "Gloria Mundi" de Robert Guédiguian. La jornada ha remontado con "Perros de presa" de Adrian Panek en la sección EFA.

Martin Eden es un chico de pueblo que se gana la vida trabajando como marinero. Un día, Martin consigue salvar la vida de Arthur Morse, un joven de clase alta que vive en San Francisco. Como agradecimiento, Arthur invita a Martin a su hogar y, poco a poco, le va introduciendo en su propio estilo de vida. El joven ve esto como una oportunidad para convertirse, finalmente, en escritor y trata de aprovechar al máximo el tiempo entre lujos. Martin recibirá un impulso inesperado cuando conozca a Ruth, una joven de la que se enamora al instante.


Su director, Pietro Marcello, director de documentales y gran cinéfilo combina a la perfección material de archivo y ficción. Interpretado por Luca Marinelli, Martin es el prototipo de joven emancipado cuya única idea es ser escritor, se sumerge en leer libros, lee y estudia ciencias y filosofía para elevar su estatus y que descubre la hipocresía y la insignificancia de la burguesía. Vemos sus altibajos de un alma incansable implicándose en política y el rechazo de sus primeras historias y ensayos escritos con su inseparable máquina de escribir. Encadenará trabajos humildes y mal pagados para sobrevivir y, en un encuentro casual con el viejo poeta Brissenden, se introducirá en los círculos socialistas, donde reflejará su fuerte individualismo moral y su absoluta libertad de pensamiento.

Vista en su contexto es una fábula visual maravillosa. Pura magia real. No se la pierdan, es sublime.

La jornada había comenzado a las nueve de la mañana llevándonos a una isla, "La Gomera", que dirige Cornelio Porumboiu. Anteriormente había visto en 2015 "El Tesoro", un film modesto. En esta propuesta aspira a cotas más altas, con una historia en la que Cris, a la vez que policía, es chivato de la mafia. Desde Rumanía le obligan a ir a La Gomera solo para aprender uno de los lenguajes más ancestrales de cómo se comunicaban los antiguos habitantes, el silbo gomero. Como en su país está bajo vigilancia policial, con micrófonos y seguimientos por todo los lados de sus superiores, y utilizando la ancestral forma de comunicación canaria, pretende sacar de la cárcel a Zsolt, el único que sabe donde están escondidos los 30 millones de euros. Así que el silbido se convierte en otro protagonista ya que una vez aprendido entre ellos, y con gente de la cárcel, es el utilizado para la huida.


El director utiliza continuos flshbacks, que van disminuyendo el interés, perdiendo fuelle a cada paso. Es una pena que, a pesar de todo el ambiente chispete y retro, y el potencial que da la combinación de policías y ladrones, el resultado sea anticuado. Hay algunas referencias cinematográficas: una chica que se llama Gilda, uno que remite a Psicosis, y una muy larga escena que parece pensada para "Centauros del desierto". Cabe reseñar la selección musical, escogida para cada imagen.

Recomendable para aquellos que busquen un cine de autor ridiculizando las reglas del juego del thriller. Representará a Rumanía a los Oscar. Buena suerte, le va a hacer falta.

También en Seccion Oficial se presentó "Gloria Mundi", una visión conmovedora de una lucha fatigosa y absorbente por una vida digna. Todo comienza con el nacimiento de la pequeña Gloria, en un matrimonio en el que el padre se ha empeñado hasta los ojos para tener y conducir un coche Uber. La madre trabaja en una tienda con un contrato basura y la abuela de limpiadora por las noches, amenazada por la la huelga de sus compañeros. Se complicara aún más la precaria situación económica cuando el padre pierda sus ingresos con el coche y reciba una brutal paliza a manos de unos taxistas que le impedirá trabajar.


A todo esto aparece el abuelo que, después de 20 años en la cárcel, regresa a casa, encontrándose que su mujer ya vive con otra persona. A estos personajes se unen la hermana y su marido que sí tienen una situación bastante holgada. Pero pese a ello nada es lo que parece al tener él una amante y además ser cocainómano. ¿Se puede pedir más?

El principal lastre es que no te crees a casi ningún personaje.  Cada dialogo emotivo (y hay varios) están lastrados por el sentimentalismo con frases malísimas. Robert Guediguian, su director, intenta llevarnos al lado de la clase obrera donde el infortunio aparece una y otra vez, con repetición de historias personales. Nos vende un dramón de final patético que se carga cualquier buena intención con tintes de telemovie que tuviera su director. En definitiva, un director que se hunde como la miseria de sus protagonistas de su última película.

Terminamos el día con "Perros de presa" de Adrian Panek en la Seccion EFA. Verano de 1945, recién acabada la Segunda Guerra Mundial. Un grupo de niños liberados del campo de concentración de Gross Rosen se encuentran sin rumbo y hambrientos, varados en una mansión abandonada en el bosque. Después de haber pasado por el infierno de la guerra y el Holocausto, allí parece que pueden volver a la vida normal. Pero el verdadero horror está por comenzar. En los bosques cercanos, unos perros lobo les acechan amaestrados por oficiales de las SS y cuyo objetivo es matar a los prisioneros de los campos de concentración. Una vez más, el peligro les acecha.


Una película digna del Festival de Sitges, fantásticamente rodada e interpretada, mezclando emociones del género bastante satisfactorias. Un drama inquietante y desafiante donde destaca ese final en cámara lenta, el trato con esos adorables pastores alemanes, y los jóvenes protagonistas. Un notable alto.

José Antonio Díaz Domínguez
@Jose_A_Diaz_Do
Festival de Sevilla 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Fila EFE