lunes, 2 de diciembre de 2019

El Festival de Sevilla se despide por todo lo alto con "El traidor" de Marco Bellochio

Última crónica del Festival de Sevilla donde destacó la presentación de "El traidor" de Marco Bellochio. Un retrato crudo, brutal e inmisericorde de unos mafiosos chabacanos en las formas y podridos por dentro con el añadido de sus cuatro nominaciones a los Premios del cine europeo.


La sección oficial se completó con la presentación de "El silencio del pantano" y "A voluntary year". También se presentó "Parking" en Panorama andaluz y finalmente el festival se clausuró con "Adiós" del sevillano Paco Cabezas.



La película más destacada en la Sección Oficial en esta jornada fue "El traidor". A principios de los años 80 se produjo una guerra entre los jefes de la mafia siciliana. Tommaso Buscetta, un hombre hecho a sí mismo, decide huir para esconderse en Brasil. Sus hijos son asesinados mientras él se ve incapaz de hacer nada para impedirlo. Cuando es extraditado por la justicia brasileña, Buscetta toma una decisión totalmente inesperada tanto para él como para todos los que le conocían: decide reunirse con el juez Giovanni Falcone, traicionando así el juramento que realizó con la Cosa Nostra. 

Su director es el italiano Marco Bellocchio. Desde su debut en 1965 con "Las manos en los bolsillos" hasta sus dos anteriores film "Sangre de mi sangre" (2015) y "Felices sueños" (2018), ha construido una obra contestataria y comprometida en sus 50 años de carrera de la quinta de Bernado Bertolucci y se ha mantenido en la vanguardia del cine europeo. En esta película de casi dos horas y media, la primera parte del relato, quizás la mas floja, está contada de una forma rápida y caótica. Una huida a Río de Janeiro donde se entera de los asesinatos de sus dos hijos. La segunda parte, quizás la más interesante, llevada con buen ritmo, son las declaraciones ante el juez Falcone, el aparatoso juicio, y las consiguientes declaraciones, donde se verán las caras los testigos informantes y acusados retransmitido por los medios de comunicación con todo lujo de detalles. Por medio se suceden crímenes, vendettas y asesinatos brutales entre bandas rivales que se extienden más de 20 años en la vida de estos mafiosos (entre 1980 y principios del 2000), con algunos flashback a los 60 y 70 con momentos estremecedores. 


Una construcción en toda regla de la Cosa Nostra, la mafia como una institución. La verdad no es nada que no hayas visto ya antes pero lo que la hace más creíble es la portentosa interpretación de Pierfrancesco Favino, un actor originario de Roma con más de 35 películas y series de televisión a sus espaldas (Suburra, Rush, No basta la vida, La Desconocida,). Se mete de lleno en un papel de delator, con enorme fuerza visual, con rigor, intensidad y complejidad. Y basando principalmente su propuesta en la ruptura del rancio y sagrado código siciliano. A tener en cuenta.

Fuera de competición se presentó "El silencio del pantano". El principio comienza con el descubrimiento de un cadáver en el río Turia donde se ha recreado un antiguo ritual romano reservado a los presos que han sido acusados de parricidio. Al investigar quién ha podido ser el culpable, se empieza a llegar a las personas más poderosas e importantes de Valencia, adentrándose en un pantano de corrupción y decadencia que lleva demasiados años oculto a ojos de la ciudad. Todo esta trama se verá en la película desde los ojos de Q, un periodista reconvertido en escritor de novelas negras o policíacas cuyos crímenes relatados en las diferentes novelas, todas ambientas en Valencia, son mucho más reales de lo que él se va a imaginar. 


Es el debut en la pantalla grande del asturiano Marc Vigil que entre 2005 y 2008 dirigió "7 Vidas" y "Aída" y desde ahí hasta 2013 dirigió las cinco primeras temporadas de "Águila Roja". En 2014 dirigió "El Ministerio del Tiempo" y en 2017 la serie "Vivir sin permiso". En este año ha rodado íntegramente en Málaga la serie "Malaka" y para su paso de la televisión a la pantalla grande ha elegido una novela negra, con el mismo título, escrita por Juanjo Braulio y publicada en el 2015. Decir que me gustan la novelas policíacas, me gusta que me cuenten un cuento, no que me digan o me cuenten el proceso de elaboración de la historia, me gusta la gente que escribe porque le gusta escribir independientemente de las opiniones del lector. Cada escritor se hace su hueco con su estilo y la fama, aunque ligada a todo ello, suele ser un traje que el lector regala al narrador (en este caso el escritor) por su buen hacer, traje que por lo general el escritor no se suele poner nunca, lo mete en el armario ropero y procura olvidarlo por la propensión a infecciones derivadas una vez que leí el libro.


Dicho esto, es un solido thriller en la que se juega entre la realidad y la ficción y se centra en dos tramas, por un lado un entramado de corrupción y drogas entre políticos y en el otro lado un famoso escritor de novelas negras. Parece que las dos tramas están separadas pero a lo largo del metraje se van uniendo. Los personajes están bien descritos con Pedro Alonso, Nacho Fresneda y Carmina Barrios en sus papeles principales. Su director declaró en la rueda de prensa que es una película sobre la corrupción del alma, y que ha tenido mucho que ver el juego de espejos en que la forma y el medio en el que contamos esta historia se convierta en la historia en si misma. Se deja ver, correcta.

La tercera película del día es la alemana "A voluntary year". Jette va de camino al aeropuerto para pasar un año de voluntaria en Costa Rica. La lleva su padre Urs. Una parada banal en casa de su tío cambia el rumbo de las cosas, pues ante el contratiempo es ahora el novio de Jette el que la lleva, para disgusto de Urs. Y Jette nunca coge ese avión. Pero hasta que no lleguemos a conocerlos a todos no entenderemos lo que acaba de pasar, sabremos que nada irá como anticipamos, y que ésta no será una huida adolescente más.


Dirigida por dos directores Ulrich Köhler y Henner Winckler de una manera intensa, en un viaje más psicológico que físico, donde la mayor parte del metraje tiene lugar en un apartamento y en un coche, en que el humor y la tragedia van cogidas de la mano, un drama doméstico, donde lo mejor son las dos interpretaciones de padre/hija con distintas ideas políticas e ideales. Una película muy accesible para todo los públicos.

"Parking" en la sección Panorama Andaluz nos trae  una historia que nos lleva a Adrian (Mihai Smarandache), un hombre rumano que vive en una caravana en las afueras de la sofocante ciudad de Córdoba. Está rodeado de coches usados que supuestamente cuida para su jefe, Rafael (Luis Bermejo). El sueldo no es muy bueno pero Adrian usa el silencio y la soledad de su nueva vida para escribir: es un poeta que huyó de su pequeño pueblo de montaña en Rumanía debido a la falta de oportunidades y de estímulos. Todo cambia cuando conoce a María (Belén Cuesta), mientras hace un recado en otra ciudad para Rafael. Su apasionada historia de amor traspasará la pantalla durante casi toda la película.


Dirigida por el rumano Tudor Giurgiu explora con una gran delicadeza la fragilidad humana, a los miedos y esperanzas de cuatro adultos en crisis, personajes que se complementan mutuamente y encuentran en el otro lo que anhela y necesitan en los momentos más difíciles de vacío, soledad e incertidumbre. Cada personaje hace que la historia avance con sentimientos diferentes y, lo que le da más realismo, es que se ha filmado en un aparcamiento, un paisaje de extrarradio sin atractivo aparente y alejado de esa Córdoba de patios y mezquita rompiendo totalmente los clichés sobre el tema migratorio. Una película brillante con su aire inconformista.

La película de clausura del Festival fue "Adiós" dirigida por Paco Cabezas. Juan (Mario Casas), preso en tercer grado y padre de familia, logra un permiso para asistir a la comunión de su hija en Sevilla pero la muerte accidental de la niña destapa todo un entramado de corrupción policial y narcotráfico. El caso acaba en manos de Eli, una inspectora que tendrá que lidiar con los recelos de un sector de la policía y del padre de la pequeña que quiere tomarse la justicia por su cuenta. En el reparto Mario Casas, a quien ya dirigió Cabezas en "Carne de neón" con un reparto que junto a Ruth Díaz incluye a Vicente Romero, Mona Martínez, Carlos Bardem, Natalia de Molina o Salva Reina rodeando a la estrella, Mario Casas, quien vuelve a recurrir al acento andaluz que ya practicó en "La mula" y "Grupo 7". 


To transcurre en una Sevilla de las 3000 viviendas, un submundo tenebroso y sucio con una trama que a trozos está atropellada, confusa y donde se une lo social con lo emocional pero que no termina de funcionar. Con tantos gritos y persecuciones parece que todo fuera impostado, donde nada sorprende, todo muy convencional y donde se sobreexplican a los personajes. Lo de tratar de aglutinar demasiadas ideas sin desarrollar ninguna en profundidad es un autentico lastre. No termina de cuajar ni de funcionar.

En resumen, sin dudar de que va a funcionar brillantemente en la taquilla de los cines, todo resulta un tanto artificial tanto la tragedia como la trama y eso que me encanta el cine negro. Capítulo aparte y es justo de reseñar, las dramáticas interpretaciones de todos su protagonistas que son excelentes y un esplendido diseño de producción junto con la banda sonora. Le sigo dando vueltas a la cabeza dónde esta el supuesto fallo. Un guión desdibujado ... ¿o no?

José Antonio Díaz Domínguez
@Jose_A_Diaz_Do
Festival de Sevilla 2019

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