domingo, 1 de septiembre de 2013

Crítica: "Kick Ass 2: Con un par"

Un día antes del estreno tuvimos la oportunidad, gracias a nuestros amigos de Sensacine, de disfrutar de la secuela (y de una divertida competición de disfraces) de una de las películas más originales y transgresoras de los últimos tiempos, la irreverente Kick Ass. Aunque en esta ocasión se pierde el factor sorpresa, "Kick Ass 2: Con un par" es una digna continuación de su predecesora que, sin alcanzar las cotas de ésta, consigue entretener manteniendo la línea y estilo que ya nos sorprendiera hace unos años.

Jeff Wadlow toma el relevo de Matthew Vaughn en la dirección. Este director, que apenas le conocemos por dirigir ese telefilme de adolescentes mamporreros llamada "Rompiendo las reglas", se encontró con su mayor reto hasta la fecha, la de continuar con una saga que cuenta con millones de adeptos. Su labor, con defectos evidentes que iremos analizando, podríamos tildarlo de correcto.


Basada en el cómic de Mark Millar, vuelve a contar con la mayor parte del reparto que inició la andadura en 2010. Repite Aaron Johnson como Kick Ass,  Chloë Grace Moretz como Hitgirl y  Christopher Mintz-Plasse como El hijoputa (Bruma roja en la primera parte). A ellos se une el mítico Jim Carrey que, en un breve pero fundamental papel, se mueve como pez en el agua como Coronel barras y estrellas.

En esta segunda parte, los lazos entre Kick Ass y Hitgirl se hacen más estrechos. Sin embargo, acuciado por su tutor, la heroína se ve obligada a dejar de defender el bien en las calles, y su compañero decide formar un equipo de superhéroes. Paralelamente, el Hijoputa también forma su propio equipo de supervillanos. El choque de trenes está servido.

Si bien una de las grandes virtudes de esta secuela es haber mantenido el espíritu de la original, uno de sus grandes defectos es haber perdido el dinamismo y ritmo de la primera. La historia de Hitgirl como niña buena parece sacada de un telefilme de niños pijos de instituto, y rompe completamente la trama. Sólo la aparición del Coronel barras y estrellas y los momentos estelares de El hijoputa devuelven el interés a un producto que parecía destinado al fracaso en su primera media hora.

Menos violenta y más políticamente correcta. Aunque no pierde su identidad, es cierto que echamos en falta un punto más irreverente y despiadado. En su haber hay que destacar el grupo de personajes que forman ambas bandas, a cual más absurdo y, a la vez, interesante. El clímax lo alcanzamos con escenas como la del cementerio o la pelea en la furgoneta, auténticos subidones de adrenalina.

En definitiva "Kick Ass 2: Con un par" no decepcionará a sus múltiples seguidores aunque queda lejos de ser redonda. Probablemente llegará una tercera parte, pero eso será otra historia.



José Daniel Díaz

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