sábado, 31 de enero de 2015

Crítica: "Nightcrawler"

La gran sorpresa de la temporada ha llegado de la mano del desconocido director Dan Gilroy. "Nightcrawler" es un devastador relato sobre la amoralidad más descarnada del ser humano, un ejercicio de reflexión social necesaria y muy actual. Ninguneada en los Oscar (sólo una nominación al mejor guión), nos encontramos ante la gran revelación del 2015.

Muchos comparan "Nightcrawler" con la fabulosa "Drive" de Nicholas Winding Refn y es cierto que hay muchos detalles que las relacionan: su desafiante visión de la realidad, su oscura ambientación, que ambas se rodaron en Los Angeles y muestran su lado más desconocido y, curiosamente, que el coche es un elemento fundamental en sus tramas.


"Nightcrawler" se centra en el atrevimiento de un joven desocupado que, utilizando argucias poco éticas y una cámara amateur, logra convertirse en uno de los primeros en filmar los sucesos más macabros de la ciudad.

Jake Gyllenhaal interpreta a Lou Bloom, el joven descarado y carente de cualquier tipo de ética que aguanta todo el peso de la película. El actor ya es uno de los grandes talentos de Hollywood. Si nos sorprendió en sus papeles en "Enemy" ó "Prisioneros", ahora nos enamora con una interpretación que requiere un gran esfuerzo tanto mental como físico. Le acompaña de forma espléndida René Russo (esposa del director desde hace más de 20 años) como ejecutiva de un canal de televisión a la que le faltan escrúpulos y le sobra soberbia. Injusta que no haya sido nominada al Oscar a mejor actriz de reparto.

Pero no quiero olvidarme de las sensaciones que me dejó este título cuando me atrapó en la pasada Madrid Premiere Week. Tan brillante producción me dejó un nudo en el estómago acompañado de una rabia contenida. La famosa frase"el hombre es un lobo para el hombre" cobra todo su sentido en este caso. Las desgracias de unos son la carne que alimenta a otros, un cruel reflejo de la mal llamada libertad de prensa que permite que un hombre con una cámara retrate imágenes cuanto más escandalosas mejor.

Dan Gilroy, que también firma este excelente guión, entra por la puerta grande en nuestra historia cinéfila relatando con buen ritmo y sobrado talento, una especie de road movie del siglo XXI. Un hombre, cual vaquero en el Oeste, en un mundo cuyo eslogan es el "todo vale" y que participa en este macabro juego dejando multitud de cadáveres a su alrededor.

Sobresaliente trabajo que nadie debería perderse. Cine de calidad, con mensaje, talento y vibrante desarrollo que supera todas las expectativas y nos regala el primer gran título de este año. ¿A qué esperáis para ir al cine a verla?



José Daniel Díaz

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