jueves, 25 de octubre de 2018

Crítica: "La noche de Halloween"


Uno de los grandes momentos del Festival de cine de Sitges fue la presentación en Sección Oficial fuera de concurso de “La Noche de Halloween” o "Halloween 2018" (como se la conoce) de David Gordon Green ("Caballeros, princesas y otras bestias", 2011), secuela directa del film original de John Carpenter, que cuenta de nuevo con Jamie Lee Curtis como protagonista.



La película nos devuelve de pleno al universo Myers, donde Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), que sobrevivió a la matanza en la noche de Halloween cuatro décadas atrás, para nada ha olvidado lo sucedido donde fue la única superviviente. Ahora, 40 años después, Laurie es abuela y vive en una casa, que pinta más un bunker, por si Michel Myers (Nick Castle, "Más allá de la realidad"), que ahora está en prisión decide volver y poder hacerle frente. Una venganza que lleva mucho tiempo esperando y que será el enfrentamiento definitivo.


Esta secuela de la cinta original de 1978 que dirigió John Carpenter es la undécima de la saga y ha entusiasmado al público. Prueba de ello es el ingreso en taquilla que ha sido el mejor debut para una cinta de género en época de Halloween, con un total de 77 millones de dólares durante su primer fin de semana en Estados Unidos, y el segundo mejor arranque para una cinta de terror en general por detrás de "IT", la adaptación de la obra de Stephen King, que ingresó 123 millones. El éxito se maximiza si tenemos en cuenta que la cinta sólo costó diez millones de dólares.


A nivel visual, el film es de estética muy ochentera, un slasher al uso, con una combinación perfecta entre lo cómico y lo terrorífico. Bañado con la ya mítica BSO de John Carpenter, que repite de nuevo, consiguió durante la proyección en Sitges que el público alabara y coreara cada actuación del todopoderoso Myers.

Muy recomendada para los amantes nostálgicos del género.

Mi puntuación: 6,5/10

David Sanmartí
@ddsanmarti
Festival de Sitges 2018

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