martes, 6 de julio de 2021

Crítica: "Post mortem"

En el marco de la 53 edición del Festival de cine de Sitges, se presentó en la Sección Oficial Fantástico a Competición, "Post Mortem", de Péter Bergendy (Trezor, 2018), un inquietante viaje de cuentos y leyendas rurales por la Hungría de la Primera Guerra Mundial.

Post Mortem (2020) - Filmaffinity


En el frío invierno de 1918, Tomás (Viktor Klem), un joven que se dedica a la fotografía post mortem, termina en un pequeño pueblo húngaro. Los extraños ruidos nocturnos, la hostilidad, las muertes misteriosas y las figuras sombrías que aparecen en sus fotografías lo impulsan a largarse cuanto antes. Pero Tomás regresa a la aldea para investigar las intenciones de los fantasmas y encontrar una manera de librarse de ellos ahondando en la brutal pandemia de gripe española que asola la zona.

Post Mortem, crítica de la película en el Festival de Sitges

Esta historia con tintes macabros, y sobrenaturales, ha sido una de las grandes sorpresas del festival. El enfoque histórico y el paralelismo con la situación actual (hay varias escenas que aparecen los personajes con mascarilla para evitar contagiarse de la gripe), consiguen que se le ponga a uno la piel de gallina. La fotografía y los planos son exquisitos y consiguen que entres en la película desde el principio.

Personalmente una de las mejores películas que he visto en esta edición un tanto extraña y diferente del festival.

Del 26 de julio al 26 de agosto podréis disfrutarla en Filmin en el marco del Atlántida Film Fest.

Mi puntuación: 8/10

David Sanmartí
@ddsanmarti

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