viernes, 23 de octubre de 2009

Crítica: "Agora"

Amenábar se ha arriesgado. A través de un ambicioso proyecto, de casi 50 millones de euros, el director español ha hecho realidad uno de sus sueños: Recrear Alejandría desde la mirada de la astrónoma Hypatia, una mujer que se enfrentó a un mundo dominado por la religión y el fanatismo.

Mucho se ha escrito sobre esta película. Se ha dicho que la falta alma, que es pesada, que se hace larga, que a los actores masculinos les falta sangre... Pero también he leído que está muy bien contada, que Rachel Weisz hace un gran papel, que la dirección es impecable, que la recreación de la época es muy acertada,.... Una película que ha recaudado más de 11 millones de euros en 10 días significa, entre otras cosas, que mucha gente la ha visto y ha opinado sobre ella.

A mí el film me parece fantástico. Cierto es que me cuesta ser objetivo con Alejandro Amenábar. He disfrutado con cada proyecto que ha presentado y he abrazado su lenguaje cinematográfico. "Ágora" es una historia épica y como tal la evolución de los personajes es lo más sobresaliente de su planteamiento. Una de las normas fundamentales del cine es que un personaje no puede terminar la película como la comenzó; la historia que tú ves en la pantalla debe mostrar un camino que obliga al personaje a replantearse todo lo que ha sido hasta ese momento.

Si centramos esa teoría en este largometraje nos encontramos que la trayectoría de cada uno ha sufrido cambios radicales. La revuelta de los cristianos ocupando la famosa Biblioteca desencadena una serie de acontecimientos que obligan a todos sus habitantes a decidir de parte de quién están. Nadie es bueno, nadie es malo. Todas son personas encerradas en la vorágine religiosa que, unido a la falta de cultura y formación, muestran el lado más ocuro del ser humano.

Es cierto que su protagonista, Rachel Weisz, sobresale por encima del resto de intérpretes y que posiblemente el personaje de Davo, al que Max Minghella da forma, podría haber mostrado algo más en su mirada y en sus gestos pero el conjunto es completo y armonioso. Un guión muy trabajado que muestra credibilidad y cierra el círculo con brillantez.

Si el famoso libro "Los pilares de la Tierra" quisiera encontrar un modelo cinematográfico al que copiar, "Ágora" podría ser su mejor elección. "Porque el mundo cambió para siempre" .

José Daniel Díaz

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