Este director inglés saltó a la fama internacional con "Trainspoting", uno de esos largometrajes que pretende mostrar la imagen actual de la juventud de ese momento. Y después mucho TV-Movie y fracasos tan sonados como "La playa" pese a contar con Leonardo Di Caprio. Pero nunca sabes cuándo te va llegar la oportunidad de triunfar, ni si sabrás aprovecharla. Danny Boyle lo ha hecho.
Ambientada en una India pobre, cruel, machista y peligrosa, la historia cuenta la insólita vida de Jamal y su hermano Salim. Una vida llena de dolor provocada por una sociedad que desprecia a la clase baja y permite las mayores atrocidades. El concurso "¿Quién quiere ser millonario?" no es otra cosa que un enlace, un pretexto para contar algo más importante: Un pueblo muerto al que Jamal, con su participación en el programa, aporta un poco de alegría y una complicada historia de amor entre el protagonista y Latika, una niña huérfana.
Y la película se ve con agrado pero personalmente no impresiona. Está bien contada, bien dirigida y correctamente interpretada por lo cual ya merece la pena gastarte 7 euros de entrada pero no te produce sentimientos, sólo entretenimiento. Da la impresión de que la vida de Jamal es tan despreciable que al espectador no le produce ni lástima; sólo el deseo de que su vida cambie.
Por cierto, el final bailando como si anunciaran Coca Cola es lo más hortera que se ha visto en un cine.
José Daniel Díaz
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