martes, 7 de abril de 2009

Francis Ford Coppola: Cine con sabor a buen vino


Francis Ford Coppola (7 de Abril de 1939, Detroit) es guionista, productor y director y acapara cinco premios Oscar. Ahora, a sus 70 años, vuelve a reinventarse porque a su historia, aunque extensa, aún le faltan muchos capítulos. Enamorado del cine puede enorgullecerse de haber transmitido esa pasión a su familia como demuestra ser padre del director de películas y vídeos musicales Roman Coppola y de la actriz, directora, productora y guionista ganadora del Óscar Sofia Coppola, así como tío del actor Nicholas Kim Coppola, conocido como Nicolas Cage.

Hijo de una familia de emigrantes napolitanos, su infancia no fue agradable. A los nueve años contrajo la poliomielitis, lo cual le obligó a permanecer en cama durante una larga temporada.

Tras graduarse en Artes teatrales en UCLA, en 1963 escribió y rodó su primer proyecto, “Dementia 13”, a la que siguió “Ya eres un buen chico” en 1967. Siempre valoró en igual medida su labor como director y como guionista. De hecho su primer Oscar llegó por el guión de “Patton” (1970) que le abrió las puertas para llevar a la gran pantalla uno de los clásicos más importantes del séptimo arte: “El padrino” (1972). Su adaptación del libro de Mario Puzo le valió dos nuevos Oscars al Mejor Guión Adaptado y a la Mejor Dirección. Se había convertido “en un joven que se hizo rico de la noche a la mañana".

Los años 70 fueron especialmente dulces para Coppola. Avalado por su gran éxito, dirigió y escribió en el mismo año (1974) “La conversación” y “El padrino II”. De la primera comenta que “es quizá la película que más quiero porque no sólo la dirigí, sino que escribí el guión y mi aspiración siempre ha sido la de ser ambas cosas, algo que espero hacer muchas más veces antes de ir al gran viñedo del cielo”. El reconocimiento a este film llegó con la Palma de Oro en Cannes y varias nominaciones a los Oscars y a los Globos de Oro.

“El padrino II” fue la consolidación. Por primera vez una secuela ganaba el Oscar a la Mejor Película, al Mejor Director y al Mejor Guión Adaptado elevando a Coppola como uno de los más grandes de la historia.

Antes de acabar esa gloriosa década nos regaló un nuevo trabajo: “Apocalypse Now” (1979). Un fracaso comercial que el paso de los años se encargó de ensalzar. Como él mismo comentó: “Tuve que financiar el filme con mis viñedos. Durante años pensé que perdería todo. Ahora, Apocalypse now es un clásico y una de mis películas más personales.” Su particular visión de la guerra de Vietnam se materializó en su segunda Palma de Oro y en varias nominaciones a los Oscars.

A partir de ese momento sus trabajos empezaron a perder fuerza. Siempre mantuvo el gran don que había recibido para crear pero sus mejores tiempos ya habían pasado. De los 80 y 90 podemos rescatar “Rebeldes” (1983), “Cotton Club” (1984), “Peggy Sue se casó” (1986), “El padrino III” (1990) que sellaba una de las mejores trilogías del cine mundial y “Drácula de Bram Stoker” (1992).

Como productor apoyó, por ejemplo, a su amigo George Lucas en sus dos primeros filmes: “THX-1138” y “American Graffiti”.

Tras 10 años en blanco, en 2007 volvió con “Youth without youth”, una película muy personal que no logró una gran distribución y fue ninguneada por la crítica. Sin embargo para él “hay otra clase de cine que es arte. Cuando se escribe una novela o se pinta un cuadro para expresar lo que se siente, uno no tiene la seguridad de que vaya a gustar”.

Ahora está a punto de estrenar “Tetro”, la que considera su “segunda película de mi nueva carrera”, protagonizada por Vincent Gallo y Maribel Verdú, que él mismo se ha encargado de financiar.

Se siente pleno y la muerte ya no le preocupa “porque morir, todos moriremos solos, pero la diferencia es ese momento de gracia, en el que podré pensar en la vida tan interesante que he tenido y así no me daré cuenta de que me estoy muriendo.”

Francis Ford Coppola demuestra que una buena historia también puede ser una historia feliz.

José Daniel Díaz

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