martes, 3 de julio de 2012

Crítica: "The Amazing Spiderman"

No hace mucho Sam Raimi dio una vuelta de tuerca al personaje de Spiderman. Lo modernizó, le aplicó las nuevas tecnologías y, en definitiva, reinventó al hombre araña. Ahora, y en un escaso margen de tiempo, es Mark Webb el que define su propia versión del personaje desde el principio. Una apuesta arriesgada de la que afortunadamente sale airoso gracias a un guión entrenido, buena elección del reparto y una adecuada sintonía entre acción y drama.

Mark Webb es un novato en el cine de acción. Su debut con "500 días juntos" fue alabado por gran parte de la crítica y, antes o después, se tenía que ver recompensado con un gran proyecto. Dirigir "The Amazing Spiderman" fue un auténtico reto. Su intención de asemejarlo lo máximo posible al cómic es un acierto.

Peter Parker (Andrew Garfield) es un estudiante de instituto endeble, honrado e inteligente, pero falto de carácter. Vive con sus tíos y está enamorado de Gwen (Emma Stone), una compañera de clase. Su vida da un vuelco cuando accidentalmente le pica una araña tratada genéticamente que le aporta poderes sobrenaturales.

Como véis, en esta ocasión su amada no es Mary Jane como ocurriera en anteriores versiones del personaje  sino su primer amor. Tampoco es un joven periodista ni tiene un jefe que le ningunea. Lo importante es que mantiene la esencia del superhéroe: Su carácter reservado, el dolor que acompaña sus actos y su manera de crear relaciones sociales y amorosas. Andrew Garfield, además, aporta mayor categoría al hombre araña que el que en su día aportó Tobey Maguire. Y es que las comparaciones, aunque odiosas, son necesarias en este caso.


Emma Stone, pareja en la vida real de Andrew Garfield, conecta a la perfección con el protagonista dándole una correcta réplica. Es justo reconocer que, habitualmente, el proceso para contar la evolución de un personaje de este tipo suele ser tediosa pero "The Amazing Spiderman" consigue mantener el interés en todos los tramos del film. Y estamos hablando de más de dos horas de metraje.

El "malo" elegido ha sido el Doctor Lagarto; fantásticamente interpretado por Rhys Iffans. Su necesidad por conseguir la perfección le mete en una espiral de violencia que ni él puede controlar. Era complicado mostrar cómo se puede hacer el mal intentando hacer el bien pero en esta versión de Spiderman la narración lo expresa de una forma natural.

Como no podía ser de otra forma, el film aprovecha las nuevas tecnologías. El 3D está correctamente utilizado y los efectos especiales se estructuran bien a lo largo de la cinta. Es un gran mérito no rendirse a estos avances en detrimento del guión como ha ocurrido otras muchas veces.

Por tanto, nos encontramos ante un proyecto fresco, veraniego, divertido y muy arácnido. Seguro que deleita a todos sus seguidores y a los que no lo sean tanto les hará pasar un buen rato. Y ahora a divertirse con "The Amazing Spiderman".


José Daniel Díaz

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