El 72 Festival de San Sebastián clausuró su sección Perlas con la producción española "Marco" de Jon Garaño y Aitor Arregi tras su paso por el prestigioso Festival de Venecia. Un título que se corresponde perfectamente con el contenido porque la increíble historia de Enric Marco, el personaje que interpreta magistralmente Eduard Fernández, es la clave del éxito de este film.
Los directores Arregi y Garaño siempre traen proyectos realmente interesantes basados o inspirados en personajes reales. Ahí tenemos la estupenda "Handia" sobre el gigante de Alzo, "La trinchera infinita" que nos recuerda a esos republicanos que se escondieron en zulos dentro de sus propias casas tras la Guerra Civil o la serie "Cristóbal Balenciaga". Ahora en "Marco" es el turno de Enric Marco, el falso superviviente del campo de concentración de Flossenburg que llegó a ser el presidente de una asociación de afectados.
Esta increíble historia demuestra el talento innato de los directores para presentar casos reales y convertirlos en thrillers, dramas o cuentos. Enric Marco fue víctima de sus propias mentiras, el típico caso de quien empieza y no es capaz de parar e incluso llega a creerse sus propias invenciones. Un drama que va más allá de la picaresca española.
Lo que está claro es que "Marco" no hubiera sido lo mismo si el actor protagonista fuera otro distinto a Eduard Fernández. Recordemos que tiene en su vitrina tres Goyas y un cuarto a las puertas. Y eso es así porque este papel, este trabajo, es el top de su carrera en un año donde "El 47" también le ha regalado grandes alegrías. Es un actor creíble, minucioso, poderoso en la pantalla pese a su menuda estatura, un titán de la interpretación. Tenemos mucha suerte de contar con un talento así en nuestro país.
El guion que firman los propios directores junto a José Mari Goenaga y Jorge Gil es robusto y bien elaborado. Tiene ritmo y define muy bien a Enric Marco, su soberbia y sus miedos a ser descubierto. El pulso que mantiene con el historiador, con sus compañeros e incluso su pareja están perfectamente reflejados. Quizás echemos en falta conocer un poco más de los personajes que rodean a Enric Marco, que se quedan muy desdibujados.
José Daniel Díaz
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