Quiero aprovechar su proyección en el Festival para hacer mi crítica a una de las películas más nominadas a los Goya de este año con un total de 7 opciones de lograr la estatuilla incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actriz Revelación entre otras.
Lo decía Fesser y es verdad, la palabra que mejor define este film es "valentía". Y lo es por muchos motivos: por contar una historia tan difícil como ésta, por tocar un tema tan tabú como el Opus, por buscar la emotividad sin llegar al sentimentalismo y por elegir un elenco de intérpretes sin grandes nombres pero de gran talento.
Merece una especial consideración la interpretación de la niña Nerea Camacho que me recuerda a Ivanna Barquero tanto como "El laberinto del fauno" a "Camino". La conexión que existe entre dos películas tan distintas está en la exitosa mezcla que realizan entre realidad y fantasía. Camino es una niña que vive entre la feroz religiosidad de su madre y los sueños de una niña que empieza a descubrir la amistad, el amor y la diversión.
Javier distribuye risas y lágrimas con mucho oficio evitando el dramón y la comedia. Consigue una sensación agridulce de lástima, rabia y dolor aderezado con alguna sonrisa.
Nerea Camacho comentaba que cuando leyó el guión esa noche no pudo dormir y Mariano Venancio hablaba del miedo de Carmen Elías y él a interpretar personajes tan complejos. Está claro que el rodaje no fue fácil aunque cuando una joya como ésta llama a tu puerta no la puedes dejar escapar.
El 1 de Febrero tendrán otra ocasión de mostrar su unión recogiendo algún premio.
José Daniel Díaz
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