Definirla como dura sería quedarnos cortos. La sensación de realidad y autenticidad es tan grande que llegas a percibirla como posible. Pertenecer a un grupo, sentirte arropado. Todo proviene de esa necesidad, del miedo a sentirse sólo, de la necesidad de pertenecer a algo. Los problemas de la sociedad alemana de mediados del siglo XX no son lejanos, persisten en todas las sociedades. La diferencia de clases, el desmembramiento familiar, la soledad, los complejos... todo sigue existiendo. Vincularse a un objetivo común rompe esas diferencias, ayuda a la aceptación social.
También el nazismo se generó como algo positivo, como una solución a la horrible situación del pueblo alemán. Con dinero judío se levantó esta inmensa fuerza que nadie pudo detener (ni quiso detener) hasta que fue demasiado tarde. Algo así ocurre en una pequeña clase; todo lo bueno que podía generar un equipo deriva en todo lo malo que puede causar.
No hablaré de guión, dirección, labor actoral o ambientación. Sólo el mensaje tiene importancia, un mensaje que oscurece todo lo demás: Lo que sucedió y horrorizó al mundo siempre podrá volver. El profesor, maravillosamente interpretado por Jürgen Vogel, es uno de los personajes más ricos e imapactantes de los últimos tiempos. Su proceso marca el proceso del grupo, acaba formando parte de lo que quería criticar.
Y cuando algo ya se mueve de manera independiente un sólo hombre no puede pararlo. Eso es lo que realmente asusta...
José Daniel Díaz
Alberto Q.
ResponderEliminarwww.lacoctelera.com/traslaspuertas
http://traslaspuertas.lacoctelera.net
LA OLA fue una de las propuestas más interesantes del año pasado.
Da miedo ver cómo hay ciertas actitudes extremas que están vigentes todavía en la sociedad.
Saludos, Dani!