Cuesta mucho sacar adelante una película pero aún más tener una buena distribución. "Julie" de Alba González de Molina ha podido con lo primero y, poco a poco, va consiguiendo lo segundo. Rodada en una ecoaldea con energía solar, la película es un proceso de búsqueda de tu lugar en el mundo por parte de una joven que, a la vez, intenta encontrarse a sí misma.
Presentada y premiada en el pasado Festival de cine español de Málaga, "Julie" cuenta el viaje a ninguna parte de Julie (Marine Discazeaux), una chica que, intentando huir de sus problemas, acaba en una ecoaldea en medio de la nada. Allí logrará integrarse en la comuna y hacerse amiga de Victoria (Silvia Maya), la educadora.
La directora describe el camino personal de una mujer que guarda muchos secretos. Según evoluciona el personaje, vamos reconociendo sus dudas y conflictos. Julie es una persona más bien callada, tímida, sin apego a nada concreto porque no tiene nada que perder. En pleno proceso de autodestrucción aparece Victoria, una joven mucho más vitalista, con las ideas claras y dispuesta a luchar por lo que quiere.
La relación entre ambas mujeres es la base de esta historia. Julie necesita que la cuiden hasta que pueda centrarse en lo que realmente quiere mientras Victoria ansía volver a querer y no sentirse sola en su pequeña cabaña. Ambas se encuentran en el lugar y sitio adecuados.
Cabe destacar el fantástico trabajo de Silvia Maya, ya premiado en Málaga con la biznaga a mejor actriz secundaria, que logra exprimir al máximo su personaje. Más desapercibida es la labor de Marine Discazeaux que nunca llega a transmitir el complejo momento que vive Julie sin apenas tomar riesgos.
Lo que más destacaría de "Julie" es haber desarrollado esta historia en una ecoaldea. Sorprende descubrir cómo deciden su futuro en reuniones informales donde todos votan. Muchos de los actores que aparecen en el film son los propios habitantes de esta ecoaldea lo que hace más natural y real esos congresos vecinales. Quizás, por su falta de experiencia, a veces sus diálogos sean algo forzados pero consiguen "vender" un tipo de vida que, a veces, olvidamos que existe.
La ópera prima de Alba González de Molina es un interesante comienzo aunque se detectan algunos defectos de guión y dirección de actores que tendrá que ir mejorando en sus próximos trabajos.
José Daniel Díaz
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