miércoles, 6 de marzo de 2019

Crítica: "Las Herederas"


En el pasado Festival de cine de San Sebastian se proyectó "Las Herederas" de Marcelo Martinessi, película que venía precedida de un gran éxito en Berlín donde obtuvo el premio especial del jurado y el de mejor actriz (Ana Brun). Una historia que impacta por su fiel reflejo de la sociedad paraguaya y por descubrir un trío de actrices sencillamente espectaculares.

Por fin, el día 8 de marzo, se estrena en la cartelera española.


"Las Herederas" es el primer largometraje del director paraguayo Marcelo Martinessi que ya había cosechado diversos éxitos en el mundo del corto. No deja de ser arriesgado debutar con una película que critica a la sociedad paraguaya, sobre todo en sus estratos más altos, y reflejar con tremenda elegancia las relaciones íntimas entre mujeres maduras.

Ana Brun interpreta a Chela, una mujer con una edad cercana a los 60 años que vive de las rentas de una herencia junto con su amiga Chiquita (Margarita Irún), una persona con la que mantiene una relación íntima y de la que de una manera inconsciente (o no) depende para su supervivencia. La tercera en discordia es la joven Angy (Ana Ivanova) que, tras el encarcelamiento de Chiquita, genera una influencia notable sobre Chela.


Estas tres mujeres son la base fundamental de la película. Su relación, y el compromiso que genera cada situación, las empuja de una forma u otra a situaciones totalmente inesperadas. Chela, abocada al deterioro mental y físico sin Chiquita, se reencuentra consigo misma cuando se juega su propia supervivencia por la ausencia de su amiga y una dramática situación económica. 

A partir de ese momento, esa mujer triste, enfermiza y depresiva se enfrenta a sus miedos y valora su independencia. Ese mensaje es muy poderoso. Ana Brun explora el personaje con tal precisión que es imposible no descubrir a Chela en su físico. Le acompañan dos secundarias de lujo como Margarita y Ana que aportan mucha verdad a sus papeles. Las interpretaciones de todas ellas son simplemente perfectas.


En paralelo descubrimos una sociedad paraguaya para muchos totalmente desconocida. Con los niveles sociales muy delimitados por el poder económico, ese grupo de mujeres viudas y herederas de fortunas se convierten por sí solas en una clase social independiente. Apenas se relacionan con personas de otros barrios y son muy celosas de su entorno, un entorno de muy difícil acceso.

Un retrato del ser humano íntimo y delicado dirigido con maestría por Marcelo Martinessi. Un alegato a favor de la superación y en contra del victimismo. Aunque estemos a principios de 2019, se puede considerar uno de los títulos importantes de este año. No dejen de descubrir a Chela, les generará algo en su interior.

José Daniel Díaz

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