jueves, 19 de agosto de 2021

Crítica: "Descarrilados"

 Este verano se estrena una comedia española que promete buenos resultados de taquilla. Se trata de "Descarrilados", una película del debutante Fernando García-Ruíz, que nos sumerge en el mundo del Interrail, un viaje mochilero que tuvo gran repercusión en los jóvenes de los 90 y que permitía conocer media Europa a muy bajo coste. 

Un frustrado Interrail en los 90 desencadena la disolución del grupo de amigos. Veinte años después y tras el fallecimiento de uno de ellos, se vuelven a reencontrar para cumplir su último deseo: Completar el Interrail que provocó la enemistad.

David Marqués firma el guión de esta singular comedia que bien podría recordarnos a "Resacón en Las Vegas". Arturo Valls, Ernesto Sevilla y Julián López a priori poco tienen que ver con los protagonistas de aquella mítica película pero sí los roles que ocupan cada uno de ellos en el equipo y el ansia de fiesta y desconexión que muestran cada uno de ellos. Incluso algunas de las situaciones personales son muy similares.


Fernando García-Ruíz dirige sin alardes un film basado en los sketches cómicos y sustentado en el talento de los tres actores protagonistas. Sin embargo, la mayoría de las situaciones son recurrentes en el cine español y solo consigue arrancar la sonrisa en algunas escenas muy localizadas. Tampoco ayuda un croma que se nota demasiado cuando nos muestran los lugares más representativos de cada ciudad europea. Con los trabajos tan interesantes que ha conseguido el cine español en ese terreno, es una pena el resultado en este caso.

Lo que sí podemos asegurar es que tanto Arturo Valls, como Julián López y Ernesto Sevilla no defraudarán a su parroquia. Son personajes hechos a su medida donde no nos extrañaría que hubieran improvisado algunas de las expresiones que encontramos en los diálogos. Cabe destacar a Ernesto Sevilla que podría haber caído fácilmente en la caricatura y en cambio consigue dotar de personalidad propia a Pepo.


En definitiva, nos encontramos con una comedia sencilla, que no busca otra cosa que la desconexión y la sonrisa fácil. En época veraniega puede funcionar perfectamente aunque personalmente me falte más originalidad y unos chistes menos "trillados". Hacer el Interrail superados los 40 puede que no sea una buena idea.

José Daniel Díaz

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