domingo, 16 de octubre de 2022

"Cerdita", bullying y venganza en la España rural

Durante el año a veces nos encontramos sorpresas inesperadas que se convierten en una auténtica revelación. En "Cerdita" de Carlota Pereda encontramos uno de esos casos. Un thriller que apuesta por ofrecer distintas versiones de la violencia, desde la más juvenil hasta la más psicópata.

"Cerdita" empezó a sonar con fuerza tras su paso por el Festival de Sundance donde cosechó excelentes críticas. Quién iba a pensar que el cortometraje del mismo nombre y que obtuvo el Goya en 2019, iba a convertirse en una revelación en forma de largometraje en 2022. Pero así ha sido, y lo ha ratificado el Festival de Sitges con el Mèlies de Oro.

Y estamos totalmente de acuerdo con este éxito. "Cerdita" no es una película cualquiera, es un repaso sobre los distintos tipos de violencia que inundan en nuestra sociedad. El bullying lo encontramos desde el primer fotograma, un tipo de acoso deleznable pero habitual en los entornos educativos y vacacionales. Un grupo de chicas jóvenes atacando a otra por su apariencia física. También se revela el de los asesinos en serie, personas ajenas al dolor del prójimo que sobreviven del daño que provocan. Y todavía tenemos alguna más, la machista y la de los propios vecinos que resuelven sus disputas a empujones. Toda una oda a la violencia, al odio y el rencor.


Y entre tanta sangre y humillación, la joven Sara (interpretada magistralmente por Laura Galán) se debate entre lo correcto y su necesidad de venganza. Cuando la humillación te impide enfrentarte a tus acosadores, siempre puedes aprovechar el mal que se esconde en otros. Una acción que puede apuntarte una victoria inesperada pero que no deja de ser un regalo envenenado. Nada es por nada y nunca el mal se detiene.

Con un guion de la propia Carlota Pereda que no deja margen al descanso o el aburrimiento, poco a poco nos rendimos ante la evolución de Sara que en apenas unas horas discurre por las fases del miedo y el acomplejamiento, después la rabia y la sed de venganza pasando por el sentimiento de culpa y finalizando con el odio más profundo.


Estamos, por tanto, ante uno de los títulos más interesantes del año, con una dirección bien trenzada y unas interpretaciones que bien podrían valer la nominación al Goya, especialmente la de Laura Galán en la categoría de Actriz novel y Carmen Machi como secundaria. También es más que previsible la candidatura de Carlota Pereda a mejor Dirección Novel y mejor Guion original. Todo un descubrimiento que pone el foco en lo más oscuro de nuestra sociedad porque, tristemente, existe y seguirá existiendo.

José Daniel Díaz

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