En el marco del Festival de cine de Sitges, y en sesión especial, pudimos disfrutar del estreno de Netflix "El Camino: una película de Breaking Bad". Para presentar la película estuvo presente su protagonista Aaron Paul que se mostró como un tío muy majete. Saludó, se hizo fotos, firmó autógrafos y estuvo muy cercano y sonriente. Así da gusto.
La película está escrita y dirigida por Vince Gilligan, creador de la serie, y arranca justo después del capítulo 16 de la quinta temporada de la serie "Breaking Bad". En ese capítulo se ponía final a una historia que, tras 62 capítulos, vuelve a retomarse con nuestro querido Jesse Pinkman (Aaron Paul) huyendo de sus captores, de la policía y de su pasado.
La película en sí es un epílogo que todo fan de Breaking Bad tiene que ver para acabar el ya de por sí genial argumento que nos dejaba la serie. También considero que no aportará nada a las personas que no hayan visto la serie ya que solo en conjunto la película funciona con cierto sentido.
Se recuperan en estas dos horas de duración la esencia de la serie, con sus reflexiones sobre el personaje protagonista y los diferentes secundarios que van saliendo durante la misma. Cabe destacar las inevitables escenas de acción que hacen las delicias de los seguidores.
Aún y así, y quizás es que tenia el listón muy alto, esperaba algo más de este epílogo que pone el broche final (ahora sí) a una de las mejores series vistas en mucho tiempo. El guion es bastante justo y se limita a ir directo al grano sin aspaviento y de una manera demasiado previsible.
Mi puntuación: 6/10
David Sanmartí
@ddsanmarti
Festival de Sitges 2019
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