Llega a las salas la película inaugural del pasado Festival de Málaga, la comedia dramática "Alguien que cuide de mí" dirigida por las directoras Daniela Fejerman y Elvira Lindo. Presentada fuera de concurso, esta historia de mujeres con evidentes influencias almodovarianas es un fallido producto en el que resulta difícil destacar algún aspecto más allá de su cuidada ambientación.
A Daniela Fejerman la conocemos por comedias como "Semen, una historia de amor" o "Mamá no enRedes" y a Elvira Lindo siempre la hemos valorado en su faceta de guionista con títulos tan interesantes como "Manolito gafotas", "Planta 4ª" ó "La vida inesperada". Ambas unen fuerzas para guionizar y dirigir "Alguien que cuide de mí", una reflexión sobre la relación maternofilial entre mujeres con secretos guardados y muchas verdades por decir.
Con una influencia muy marcada por las obras de Almodóvar, esta apuesta por el cine de autor más sentimental y femenino se queda muy muy lejos del talento del director manchego. Es difícil entender qué se pretende con este título, dónde está el nexo de unión de las escenas, qué sentido tiene el movimiento de cámara y muchos de sus planos, qué quieren transmitir las actrices.... Nada tiene sentido.
Solo podemos pensar que el grupo de actrices de innegable talento como con Emma Suárez, Aura Garrido y Magüi Mira se ha desaprovechado estrepitosamente. Porque es una película llena de quieros y no puedos. No hay un buen trabajo con las intérpretes, igual que no hay un sentido claro con los movimientos de cámara. Los pretendidos giros argumentales se pierden entre tanta falta de ritmo. No se puede contar una historia a tirones, así es imposible llegar al público.
Por suerte, nos hemos acostumbrado a un cine español que nos obliga a ser exigentes. "Alguien que cuide de mí" podría haber sido algo más relevante hace 30 años pero hoy por hoy no está al nivel mínimo que podemos esperar. Aprender de los errores e intentar hacerlo mejor. No queda otra.
José Daniel Díaz
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