Siempre ha sido motivo de discusión y debate la relación que debe mantener el mundo cinematográfico con la política. No es un tema sencillo y la solución se plantea compleja y con peros. Parecía que, desde el "No a la guerra" que lanzaron en los Goya, el cupo de inmersiones en el controvertido mundo político había disminuido notablemente.
Una tregua que ha durado hasta ahora. Una serie de acontecimientos han reavivado la llama y ya hemos podido encontrar actores como Guillermo Toledo, Alberto San Juan ó Juan Diego Botto al frente de movimientos de apoyo a Fidel Castro, Aminatour Haidar ó los inmigrantes vendedores de CD´s.
Especialmente fuertes y controvertidas fueron las declaraciones de Guillermo Toledo llamando "delincuente común" al preso político cubano fallecido en huelga de hambre. Esas manifestaciones encontraron críticas desde varios frentes y no sólo en España. El actor cubano afincado en Miami Andy García, autodeclarado anticastrista, invitó al actor español a visitar las cárceles y conocer de primera mano la situación actual en la isla.
Por supuesto el debate está nuevamente abierto: ¿Deben los actores, directores, productores...etc. salir a la palestra para intervenir en asuntos de marcado tinte político? ¿Deben utilizar su poder mediático para intentar influenciar a Gobiernos y sociedad en general? Todos tenemos nuestra opinión y sin embargo no he visto al gremio de taxistas, panaderos, futbolistas ó administrativos asistiendo a una manifestación como grupo y no individualmente.
Podría llegar a entender esta labor social si no estuviera influído por un partido político o unos ideales concretos. Creo que fue un error salir en los medios imitando la ceja del presidente Zapatero porque sus actos parecerán ir en la misma dirección que decida nuestro Gobierno y no en pos de un Estado mejor y más justo.
Yo les animaría a crear un grupo político y adentrarse de lleno en los movimientos electorales. Siempre es positivo tener gente concienciada que reabra ciertos asuntos pero lo ideal es expresarlo en un estrado y no delante de varios micrófonos o al frente de una pancarta. Y por supuesto la fiesta del cine español tampoco es el lugar idóneo.
Respeto todas las opiniones y actuaciones. No niego alinearme con algunas de esas manifestaciones pero quizás la crisis económica, el problema de la vivienda o los actos terroristas también habrían merecido una pegatina no?
José Daniel Díaz
¡OLE DANI! Esto si que es un post con coherencia, y cada ez me alegro más dde poder estar por aquí.
ResponderEliminarEstá claro, que a veces sea un poco complicado no posicionarte en política y más cuando hay miles de micrófonos dispuestos a escucharte, pero lo que no me parece lógico (ni consecuente) es utilizar ese "poder" para hacer declaraciones y luego esconder la mano.
El caso de Willy Toledo, por ejemplo es un claro ejemplo de incoherencia, primero se pone una pegatina del "no a la guerra" politiza una celebración que nada tiene que ver con ese mundo y luego
se olvida de otros temas que también merecen de su consideración y de su ratito de publicidad.
ResponderEliminarPero efectivamente es lo que dices, al posicionarte tanto con un partido político (en este caso el que gobierna) provocas que con ciertas políticas menos populares tengas que callar y mirar a otro lado (o meter la pata y llamar "terroristas" a los presos de conciencia cubanos)
Muchas veces, se está mejor calladito, y me da igual de que signo seas.
Lo mejor es usar el poder mediático para promover campañas para concienciar a la gente del hambre del mundo, de la necesidad de combatir la pobreza, de la degradación del planeta, tantos y tantos asuntos que ayudarían a crear un mundo mejor y más justo, pero los temas políticos que los dejen a un lado.
Pues me alegro de coincidir contigo. Realmente no era un post que me resultara fácil escribir; prefiero hablar de películas e interpretaciones pero pienso que a veces es bueno compartir opiniones con otros cinéfilos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Gelen!!!