lunes, 19 de septiembre de 2011

Glenn Close, gran protagonista del día en Donosti


El tercer día de Festival ha tenido un nombre propio: Glenn Close. La actriz ha recibido, durante una Gala celebrada en el Kursaal, el premio Donostia de este año. Además se ha proyectado su último trabajo, "Albert Nobbs" de Rodrigo García, dentro de la Sección Oficial pero fuera de competición. El programa del día se completó con "Take this waltz" de Sarah Polley que compite por la Concha y dentro de la Sección Zabaltegui-Perlas la esperada "Shame" de Steve Mcqueen.

En una rueda de prensa abarrotada, y apenas unas horas antes de recibir el homenaje, Glenn Close se presentó ante los medios a corazón abierto. Las preguntas se alternaban entre las dirigidas a explorar toda una vida dedicada al cine y las que se inclinaban directamente por indagar en su labor en la película "Albert Nobbs". Su dedicación como productora, coguionista e intérprete en el film, dejaba clara la gran implicación de la actriz en el proyecto. Serena y con una sonrisa permanente en la boca habló de lo encantada que estaría de volver a ser nominada al Oscar, de sus conversaciones "de madre a madre" que mantendría con Meryl Streep si la tuviera delante y del esfuerzo notable que tuvo que realizar para interpretar el papel de mujer con aspecto de hombre.

"Albert Nobbs" no pasará a los anales del cine como el trabajo definitivo de Glenn Close pero es cierto que sabe mantener, con ciertos altibajos, el tipo. Una mujer que aparenta ser hombre para poder disfrutar de un trabajo digno en el siglo XIX es la base fundamental sobre la que pivota toda la película. Dirigida con profesionalidad y soportada por un plantel de actores muy acertados en sus papeles, el resultado fue de tímidos aplausos en su pase a la prensa.

Lo más destacable de este largometraje es la interpretación de Glenn Close. En un papel hecho a su medida, lleva el peso del film con suficiencia. Las tablas de tantos años dedicados al mundo de la interpretación se comprueban en cada plano, en cada mirada y en cada gesto. Un honorable proyecto que dignifica aún más un merecido premio Donostia.

La Sección Oficial presentaba otro interesante título, "Take this waltz" de Sarah Polley. Interpretado por Michelle Williams y Seith Rogen (con más acierto la primera que el segundo), este alegato de búsqueda de amor y felicidad arraigado al inconformismo ha resultado ser una grata sorpresa. Sarah Polley dibuja una pareja aparentemente feliz que esconde problemas no resueltos. La esposa empieza a verse con otro hombre para sentir pasión, deseo y dar sentido a una vida que no soporta.

El guión es francamente bueno y no sería injusto que pudiera llegar a premiarse en el palmarés final. La evolución de los personajes está cuidada y bien dirigida; todo ello apoyado en conversaciones en ocasiones hilarantes y en otras con un plus dramático totalmente real y creíble. El mundo de la pareja se presenta así sin ningún tipo de tapujo, mostrando verdades que no todos pueden comprender.

Terminó la jornada con una de las mejores películas proyectadas en el Festival. "Shame" de Steve McQueen es probablemente uno de los films más impactantes de los últimos tiempos. Michael Fassbender realiza una labor encomiable llena de rabia, tensión y dureza. Mantiene todo el metraje sin tiempo para respirar, consciente de la evolución de un personaje totalmente hundido en el fango de sus vicios sexuales. La trama se centra en el lado oscuro de un hombre aparentemente formal, educado, responsable y atractivo que desata todos sus necesidades sexuales de una manera enfermiza.

La evolución psicológica de este personaje es un canto al cine. Traumas incontrolables, incapacidad de relacionarse con mujeres de una manera saludable y natural y necesidad desatada de sexo sin nada que lo sustente, son suficiente para hundir a un hombre que lo tiene todo para triunfar.

Buen Festival de momento y esto no ha hecho más que comenzar....

José Daniel Díaz

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