Lo primero destacable fue la organización tan horrorosa de la alfombra roja. La gente se amontonaba, apenas veíamos caras conocidas y, para colmo, en el photocall el personal paseaba por delante y por detrás de los fotografiados fastidiando más de una instantánea. Para más inri, la realización para la TV no se quedó a la zaga, mostrando personajes de segunda mientras los más importantes pasaban desapercibidos para el realizador. Un desastre, vamos.
Billy Cristal volvía a presentar la Gala. Era la novena ocasión, como él mismo comentó. Y ya está pasadito. Siempre las mismas bromas, los mismos comentarios políticamente correctos, el mismo aburrimiento de siempre. Es verdad que tiene desparpajo, que está sobrado ante la flor y nata de la cinematografía mundial, pero su tiempo ya pasó. Es hora de buscar savia nueva.
Los presentadores tampoco es que fueran demasiado divertidos. Chris Rock salvó los papeles y los muppets estuvieron simpáticos pero el resto... la nada. Lo mejor de la Gala, y por goleada, fue el show de Cirque du Soleil que volvió a ilusionar al público.
Pero al final lo que queda e importa son los premios. Se siguió el guión esperado. "La invención de Hugo" arrasó en el apartado técnico y "The artist" en el estético. Sin embargo, éste último se alzó con el triunfo final e hizo Historia en los premios. No me cabe duda que eran, por méritos propios, las únicas que merecían los premios más importantes de la noche. Dos homenajes al cine clásico que nos reactiva el amor al séptimo arte.
Entre las pocas sorpresas destacables podemos recordar la victoria de Dujardin sobre Clooney, el mejor montaje para "Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres" y la importante apuesta de Hazanavicius sobre Scorsese como mejor director.
Muchos derrotados tuvimos esa noche: "Moneyball", "War horse", "El topo", "Tan fuerte, tan cerca", "Albert Nobbs", "El árbol de la vida"... Todos se fueron con su marcador en blanco. Tampoco los hispanos tuvimos suerte ya que ni Bichir, ni "Chico y Rita" ni Ludovic ni Alberto Iglesias tuvieron suerte.
Predecible estos Oscar 2012, pero al menos ganó una de las mejores; algo que tristemente no sucede tan a menudo como debiera. O es que ya nos hemos olvidado del triunfo de "Shakespeare in love" sobre "Salvar al soldado Ryan"? Yo no consigo borrar de mi memoria ese crimen.... y como ése tantos...
José Daniel Díaz
Esperaba que se lo llevara el bueno de Gary Oldman, (l a verdad, se lo merece por toda su carrera, es un actor brillante) y Glenn Close (menudo papelón el Albert Nobbs).
ResponderEliminarAprovecho para hacerte saber que te he galardonado con el premio Liebster Blog, si quieres pasar a recogerlo, aquí lo tienes: http://vocesenelviento-nienor.blogspot.com/2012/02/una-agradable-sorpresa.html
Saludos! =)
Realmente tanto Gary Oldman como Glenn Close son monstruos de la interpretación.
ResponderEliminarPor trayectoria se lo merecían ambos pero en ningún momento estuvieron en las quinielas y hubiera sido una gran sorpresa.
Muchísimas gracias por el premio, es un gran honor!!!! Ya te he escrito un comentario en tu blog (el cual os animo a todos a visitarlo)
Saludos!!!