sábado, 3 de diciembre de 2022

Surtido variado en el Festival de Sevilla con Carlos Saura, Andreas Dressen y Marie Kreutze de protagonistas

El Festival de Sevilla ha reservado una jornada muy variada con la presentación del documental "Las paredes hablan" de Carlos Saura, la crítica social de "Rabiye Kurnaz contra George W. Bush" de Andreas Dressen y la visión más personal de Sissi en "La emperatriz rebelde" de Marie Krautze.


Llegamos al tercer día, un domingo muy interesante y que empezamos por la película "Las paredes hablan", el documental de Carlos Saura. Bajo el personal y singular prisma del consagrado cineasta aragonés, se retrata la evolución y relación del arte con la pared como lienzo de creación desde las primeras revoluciones gráficas en las cuevas prehistóricas hasta las expresiones más vanguardistas del arte urbano.
Saura firma este trabajo como director y coguionista, en colaboración con el realizador de RTVE José Morillas, y lo más acertado es que se va desgranando el metraje sin que el espectador pueda advertir que originalmente hubiera guion.
Es refrescante escuchar a personalidades artísticas y científicas pensar en voz alta qué piensan ellos del devenir del arte contemporáneo mientras recapacitan sobre las influencias que la vida prehistórica y su arte tienen en las corrientes creativas actuales. La conciencia personal, la imaginación y la fabulación, la identidad personal ante los demás seres vivos, el significado de los enterramientos.


Rodado en 14 localizaciones, destaca el Yacimiento de Atapuerca y el Museo de las Cuevas de Puente Viesgo, además de las Cuevas de Altamira y las calles de Barcelona y Madrid donde el grafiti es el protagonista (la obra de Zeta, artista de graffiti, Suso33 creador urbano; cuco, muralista y Musa71, con una fotografía bellísima de Juana Jiménez y Rita Noriega y con un sonido espléndido de Inés Almirón y Raquel Forcen).

Habla de cosas importantes haciendo preguntas y observaciones sencillas, pero se echan de menos reflexiones con contenido, profundas, teóricas. mejor pensadas, menos improvisadas. Con todo ello, es una película didáctica, amena, nos ayuda a aprender y ser conscientes de que hay mucho más que pintura en un muro, que nos hace sentir la paz del campo abierto y el bullicio de las ciudades, y no nos podemos olvidar de una banda sonora original, así como una canción que combina el estilo clásico el electrónico, todo ello compuesto por Alfonso G. Aguilar, compositor de "Klaus" que nos acompaña durante todo el visionado aportando color y ritmo a las imágenes que vemos pasar ante nuestros ojos.
Una obra más ,de gran altura, tras su obras maestras como "La Caza", "Cría Cuervos", "Ana y los Lobos", "La Prima Angelica", "Deprisa Deprisa", "El Amor Brujo", "Ay Carmela"... Inmejorable Cine.
 
La segunda película de hoy domingo es "Burning days". Emre, un joven fiscal determinado e implacable, acaba de ser asignado a una pequeña localidad remota de Turquía. Nada más llegar, se topa con los nobles locales, completamente decididos a defender sus privilegios por todos los medios, incluso los más extremos.


Su director Emin Alper, nos describe una sociedad turca donde domina la corrupción, la homofobia, y el populismo. Un relato relevador, mitad thriller policiaco y mitad western. El retrato de un pueblo donde nunca llueve, la mayor parte del agua de la ciudad se extrae de la capa freática, aunque de forma intermitente y poco fiable, hay muchas horas que no hay agua en las casas, donde hay un desierto sin fin. Unas elecciones a alcalde inminentes, y en mayúsculas la Guerra del Agua. Una trama compleja, que se va enredando poco a poco, donde la corrupción impregna cualquier cuerpo político que no se someta a escrutinio.
 
Unos personajes muy acertados, la familia del alcalde, un periodista local gay, una pandilla, la jueza, unos vecinos muy perturbadores... Y las subtramas funcionan perfectamente, la violación, los indicios de sexualidad que están en duda, un conflicto moral y narrativo que sostiene el film. Una película que nos mete de lleno en sus complejidades, con un ritmo muy cargado, la tensión irá en aumento, enrevesado a veces, y que es fiel reflejo de la intolerancia en Turquía.
 
La siguiente película es "The dam (La presa)" que nos lleva a Sudán, cerca de la presa de Merowe. Maher trabaja en una ladrillera tradicional alimentada por las aguas del Nilo. Todas las noches se adentra en secreto en el desierto para construir una misteriosa construcción hecha de barro. Mientras el pueblo sudanés se levanta para reclamar su libertad, su creación comienza a tomar vida propia.


La verdad es que es hermosa en imágenes, (secuencias oníricas, momentos oscuros), la escena inicial bajo un sol abrasador, un lugar polvoriento, hombres fabricando ladrillos de barro, nos lo muestra al detalle, un esfuerzo descomunal, pero sin una narrativa tradicional, quizás se puede tomar con los pensamientos cotidianos de Maher y su escultura, junto con el golpe político durante los últimos quince años de la vida sudanesa, y un guion que deja demasiado a la imaginación, de una larga película que dura 80 minutos, con unos planos que podía jugar más con el equilibrio, esa carga política que no solo denuncia el control frente a la libertad, todo en un tono alegórico, y que deja espacio para muchas interpretaciones.

Una película independiente, aunque se anuncia como la tercera parte de una trilogía y que sus ochentas minutos a algunos les parecerán una eternidad.
 
Nos vamos a una producción alemana con un título muy peculiar, "Rabiye Kurnaz contra George W. Bush". Rabiye Kurnaz es una mujer aparentemente corriente, excepto porque es un terremoto. Cuidando de sus hijos y mucho más, es la que lleva la batuta en su casa de Bremen. Poco después de los ataques del 11-S, en 2001, su hijo Murat es acusado de terrorismo y es uno de los primeros enviados a la cárcel de Guantánamo. Esto marca el inicio de un viaje hacia el corazón de la política mundial para esta decidida mujer alemana-turca. Acompañada del abogado de derechos humanos Bernhard Docke, luchará por la liberación de su hijo.


Sobre el caso real de Murat Kurnat ya se hizo otro largometraje en 2013, "Funt Jahre Leben". El gran acierto de esta película está en sus dos protagonistas, una madre sencilla y encantadora interpretada magistralmente por Melten Kaptan, y el abogado de derechos humanos Bernhard Docke, interpretado por Alexander Sheer. Ellos con la naturalidad de sus gestos, expresiones, se llevan todo el mérito y la calidad del film. La película nos mantiene al tanto de la línea temporal con títulos regulares de Dia 1, Dia 5, Dia 92, junto con los funcionarios alemanes que dificultan todo, la burocracia americana, con un trabajo de cámara y sobreiluminado.
 
Se agradece sus momentos divertidos, con notas conmovedoras, y que avanza con las secuencias con el desordenado y provocativo error judicial de la vida real, con ese ambiente social y político que hay en un bufete de abogados. Su director Andreas Dresen pretende sumarnos a su causa no a través de los crímenes de Occidente sino poniendo a trabajar a sus víctimas para que estas conquisten nuestra compasión y nuestros corazones con una paleta de colores, empleadas en las imágenes más típicas de una producción televisiva diseñada para el entretenimiento. Una película altamente atractiva.

Y para finalizar "La emperatriz rebelde" que nos lleva a la Navidad de 1877 donde Isabel de Austria (Sissi), celebra su 40º cumpleaños. La primera dama de Austria, mujer del emperador Francisco José I, no tiene derecho a expresarse y debe mantenerse hermosa y joven para siempre en su papel de emperatriz. Para satisfacer estas expectativas, adopta un estricto régimen de ayuno, ejercicios, peluquería y medición diaria de su cintura. Asfixiada por dichas convenciones, y con un apetito voraz de saber y de vida, Isabel se rebela cada vez más contra esta imagen.

La cineasta austriaca Marie Kreutze se rebela contra el mito de Sissi, el cual no era su sobrenombre real, pero que fue popularizado en los años 50 por Romy Schneider, en las cuales se recreaban los años de juventud de la princesa. La directora afirma que no obedece tanto a un intento de enmendar la visión de otras películas, como a un interés por ofrecer un punto de vista personal sobre ella, "aunque no soy muy partidaria de la monarquía, hay perfiles que trascienden a la institución que representan y que son interesantes precisamente porque viven en una posición que les mantienen alejadas de la realidad". Son mujeres que habitan dentro de un jaula de oro y que, en cierto modo, buscan el modo de escapar de ella, lo cual denota un espíritu libre, como su protagonista la actriz Vicky Krieps ("El Hilo Invisible", "La Isla de Bergman") donde ganó el premio a la mejor actriz en la la Sección Un certain Regard de Cannes.


Compone un personaje horrorizado por su edad, los 40 era el promedio de muerte entre las mujeres, obsesionada por su aspecto físico, tardaba todas las mañanas una hora en atarse el corsé. era famosa por la estrechez de su cintura, el más mínimo aumento de peso era un asunto de interés público. Comienza a rebelarse, contra las convenciones cortesanas, muy egoísta y con unos cambios de actitud radicales pasando de la alegría a la tristeza, de una situación cómica a otra menos divertida y sobre todo a buscar sus propios espacios de libertad, fuera de los restringidos ambientes palaciegos, como en viajes, (novedades técnicas como una cámara que graba imágenes en movimiento). Una rebelión en toda regla.

Uno de los mayores logros de la película es la construcción visual, de la directora de fotografía, Judid Kaufman, esos ángulos de cámara dinámicos, hay una escena a cámara lenta de mujeres subiendo una escalera, frecuentes planos generales que muestran un paisaje extrañamente simétrico. Un retrato psicológico lleno de elementos anacrónicos que otorgan una calidad e interés a la trama aunque puedan descolocar al personal.
 
José Antonio Díaz
Festival de Sevilla 2022

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